Ascensión es una isla situada en el océano Atlántico y perteneciente al Reino Unido.
Se ubica a medio camino entre
América y África, sobre la Placa Sudamericana.
Es una isla de origen
volcánico.
Existen 44 cráteres en la isla
que no son extintos. Buena parte de la superficie se compone de coladas de lava
basáltica y conos de ceniza.
La última erupción tuvo lugar
hace unos seiscientos años.
El punto más elevado de la
isla es el Green Mountain, de 859
metros de altura.
Ascensión es un punto muy
aislado del planeta. Dista de 1.200 kilómetros de la tierra más cercana, Santa Elena, que a su vez es un enclave muy remoto.
Datos estadísticos:
Superficie - 91 km²
Población - 884 habitantes
(datos de 2010)
Densidad - 9,7 hab/km²
Capital - Georgetown (560
habitantes)
Moneda - Libra de Santa Elena
UN POCO DE HISTORIA
Juan de Nova descubrió la isla el 25 de marzo de 1501 denominándola
Illa de Nossa Senora de Conceiçao.
En 1503 la isla volvió a ser
visitada por Afonso de Alburquerque y
le puso el nombre de Ascensión.
El capitán Cook visitó la isla
en 1775. A pesar de todos estos contactos, el territorio permaneció deshabitado
hasta el siglo XIX.
En 1815, fecha del exilio de
Napoleón en Santa Elena, se tomó en consideración la posibilidad de que Ascensión
fuera usada como base para un intento de rescate. Fueron enviados dos navíos
británicos y proclamaron la soberanía británica en la isla.
Charles Darwin visitó
Ascensión en 1836.
Durante la Primera y Segunda
Guerras Mundiales, la isla fue un importante centro de comunicaciones.
En 1942 unos 4.000 militares
norteamericanos llegaron a Ascensión para construir postas para aeronaves en la
ruta de América a África del Norte.
Asimismo, la isla de Ascensión
fue importante durante la Guerra de las Malvinas, en 1982.
DEMOGRAFÍA
En la isla de Ascensión no
existe población indígena. Los habitantes de la isla son empleados y familiares
de las organizaciones que allí trabajan. Su población está compuesta de 696
ciudadanos santahelenos (de la isla de Santa Elena), 106 británicos, 70
estadounidenses y 12 de otras nacionalidades.
Aparte de la capital
Georgetown, existen otros cuatro asentamientos más.
Cat Hill es la base principal
de los Estados Unidos.
En la isla nunca ha habido una
lengua autóctona. El idioma que allí se habla es el inglés.
La economía de la isla se
centra en dos ramas de actividad. Por un lado están las actividades de defensa
del Reino Unido y de los Estados Unidos. Por otro lado están las
telecomunicaciones. La emisión de sellos postales también es otra fuente de
ingresos.
FAUNA Y FLORA
La isla es un punto de reunión
para las tortugas verdes marinas. Acuden anualmente desde Sudamérica a
depositar sus huevos en la arena.
Habita también en la isla el
charrán sombrío que emite un peculiar sonido. Se concentra en la costa
sudoccidental cada diez meses para poner sus huevos.
La isla y pequeños islotes de
alrededor constituye la ecorregión denominada pradera y matorral de Ascensión.
Charrán sombrío
GEORGETOWN
Georgetown es el centro
administrativo de la isla y en él reside el administrador.
En la ciudad hay una iglesia
anglicana, St Mary´s construida entre
1846 y 1846.
En 1942 los equipos dedicados
a la construcción del aeropuerto de la isla, edificaron una pequeña iglesia
católica conocida como The Grotto.
ASCENSIÓN ¿PUNTO DE ESPIONAJE?
Según publicaron varios medios
de comunicación sudamericanos, el gobierno de los Estados Unidos estaría
espiando a varios países de Latinoamérica desde su base y radares instalados en
la isla de Ascensión.
Asimismo, los residentes de la
isla acusaron al gobierno de Reino Unido de forzar su salida de la isla para,
presuntamente, establecer allí nuevos objetivos militares de Estados Unidos.
La isla es un punto clave para
las autoridades británicas y estadounidenses, ya que Ascensión se encuentra a
medio camino entre Europa y Sudamérica.
LA ISLA ASCENSIÓN, SEGÚN JUDITH SCHALANSKY
En esta isla todo apunta hacia
el cielo: los cuarenta y cuatro volcanes de cráteres dormidos y cubiertos de
cenizas, los bosques de larguísimas antenas y el radar del satélite, con forma
de plato sopero. Todos estos artefactos espían al continente, permanecen
atentos tratando de escuchar al mundo, al universo, al espacio infinito. Se
trata de una región yerma, compuesta de capas de lava solidificada, tan
inhóspita como un asteroide. La iglesia de Santa María, blanca y fría, se
levanta al pie de una colina polvorienta, esperando ya sin fuerzas al Juicio
Final.
Aunque muchas personas
trabajan aquí, nadie vive en la isla; ya no se puede obligar a nadie a
permanecer mucho tiempo en esta tierra baldía. Ascensión solo es un lugar de
trabajo para telegrafistas y espías, un punto intermedio para conectar el cable
que une el subsuelo atlántico con tierra firme. La NASA instaló aquí varios
radares, construyó una estación de seguimiento de misiles internacionales y
esparció altas antenas brillantes sobre toda la superficie, que parecen enormes
pelotas de golf que cercan los volcanes.
El 22 de enero de 1960, el
Atlas despega desde Florida, pero a su regreso va a atravesar la atmósfera en
las inmediaciones de Ascensión. Richard Aria, técnico de la empresa Cable and Wireles, observa el cielo
desde la Colina Roja. Nada sucede, sólo logra entrever la Osa Mayor en el azul
profundo del cielo. Media hora más tarde, sigue sin pasar nada, hasta que, de
repente, dos relámpagos verdes irrumpen en la atmósfera ante sus ojos. ¡Ya está
aquí! El misil se adentra en la tierra como un rayo tornasolado que ilumina
toda la isla, primero es de color verde intenso, a continuación amarillo,
inmediatamente después rojo y naranja y, por último, verde otra vez. Los haces
de colores suben y bajan hasta extinguirse, llueven fragmentos de fusibles en
rojo vivo, ascuas resplandecientes que encienden el horizonte y brillan por
doquier. Trozos de metal candentes se sumergen en el mar, cambiando de color:
primero son rojo pálido, luego bermellón, para acabar extinguiéndose en tonos
burdeos mortecinos. Tras esto, reina la oscuridad, pero de repente un inmenso y
profundo estruendo asciende desde el mar hasta el cielo, seguido de una
explosión ensordecedora, de un trueno que resuena durante más de un minuto y
medio. Al final, todo regresa a la normalidad y la voz de unos americanos
quiebra la noche: ¡Chupaos esa, rusos...!
La carrera espacial acaba de comenzar en Ascensión.
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la verdad es que en estas ciudades tan congestionadas ya no se puede vivir,,,,,,,,seria buen destino vivir en ascencion
ResponderEliminarSeguro que sí, Sandra
EliminarEs interesante y muy bonita e s una isla para estudiar arguelojia y pres historia del la época de los colono
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