Floreana está situada en el Océano Pacífico y es la sexta isla en extensión del archipiélago de las Islas Galápagos, pertenecientes a Ecuador.
Su máxima altitud es el Cerro
Pajas con 640 metros.
Floreana es la más famosa de todas las islas Galápagos debido a sus
leyendas. Uno de los misterios que no se han podido resolver es la muerte de
varios de sus habitantes a principios del Siglo XX. Su zona agrícola es
conocida por sus árboles frutales de ciruelos, tamarindo y, especialmente,
cítricos. Estos fueron introducidos en la isla desde que Ecuador tomó posesión
de la isla.
Datos estadísticos:
Superficie - 173 km²
Población - 200 habitantes (datos de 2008)
Densidad - 0,6 hab/km²
Flamencos rosados y tortugas marinas anidan en Floreana entre diciembre y mayo. Además, se pueden encontrar pingüinos de Galápagos.
Flamencos rosados en Punta Cormorán
Tortuga gigante
Anas Bahamensis galapagensis Linnaeus
Flamencos rosados
Iguanas
Tortuga gigante
UN POCO DE HISTORIA
La isla Floreana es una de las islas más antiguas del archipiélago (1,5
millones de años). Fue llamada Floreana
en honor a Juan José Flores, el Presidente que gobernaba en el momento que
Ecuador tomó posesión del archipiélago. También se la conoce como la isla Santa
María en honor a una de las carabelas de Colón.
La isla fue una de las
primeras en ser habitadas de todo el archipiélago.
Cuentan que fue el alemán Rolf Wittmer el primer nativo de la isla
después de que lo intentaran noruegos, americanos y otros alemanes.
Desde el siglo XVII, en la
Bahía de Correos, los balleneros y
piratas que surcaban las aguas del Pacífico, usaban un barril a manera de
oficina de correos para que las cartas pudieran ser recogidas y entregadas a
sus destinatarios.
En 1819, la isla fue
incendiada por un marinero de Nantucket que
estaba en el buque ballenero Essex.
En 1835 Charles Darwin visitó la isla y encontró allí detalles para
reforzar su teoría de la evolución de las especies.
Floreana fue la primera isla en ser colonizada por los ecuatorianos
en 1832. Bajo la consigna del General José de Villamil, se tomó posesión del
archipiélago en esta isla en nombre de la flamante República del Ecuador.
En 2013, Floreana se convierte en la primera isla de las Galápagos en contar
con servicio de agua potable. El agua es tratada por una moderna planta ubicada
en la parte más alta de la isla.
LUGARES DE INTERÉS
- Bahía de Correo o Post
Office Bay, lugar donde se halla el buzón establecido en 1793 por James Colnett (1753-1806), oficial de la
British Royal Navy, explorador y comerciante de pieles. Los balleneros y
residentes de Galápagos lo usa para dejar su correo dentro de él. Los barcos
que partían dejaban sus cartas y barcos que regresaban a casa las recogían y
las mandaban por correo a sus destinatarios.
- Punta Cormorant, donde existe
una playa cristalina donde se pueden recoger pequeños cristales de olivina.
Ofrece otras playas de arenas de diferentes colores y una de las lagunas de
flamencos más grande de las islas Galápagos. Tiene una formación volcánica y
cuenta con cráteres que alojan arrecifes.
- Bahía de los Tiburones,
lugar donde desovan las tortugas.
- Bahía de las Cuevas, lugar
donde cuenta la tradición se alojaban los piratas.
Dore Strauch, una profesora de instituto que sueña con una vida más emocionante que se matrimonio con el director del centro que le dobla la edad, y el doctor Friedrich Ritter, un dentista berlinés de frente arrugada y las pupilas brillantes que desea cartografiar el cerebro humano y que siente que la civilización no tiene nada nuevo que ofrecerle. En 1929 ambos abandonan a sus respectivos cónyuges para escapar a Floreana, un lugar sin estado, donde sólo gobierna la ley de la necesidad.
El escenario de la trama: una
isla solitaria que nunca llegó a ser colonizada. Aquí, en el cráter verdoso de
un volcán extinto, Friedrich y Dore establecieron su hogar: la granja Frido,
una cabaña de chapa y acero inoxidable, y empezaron a cultivar esta tierra
prometida, sin pensar en el pasado ni el futuro.
Su vestuario se reduce a unos
harapos de ermitaño que sólo utilizan cuando reciben visitas; al principio sólo
iban a Floreana curiosos que querían
rellenar páginas de periódicos con la Historia
de Adán y Eva en las Galápagos, pero pronto comienzan a llegar muchos
imitadores. Apenas puedo creer que
llegaran tantos visitantes a este lugar tan remoto e inaccesible, anota
Ritter en su diario.
En 1932 un nuevo personaje
aparece en este teatro al aire libre: la austriaca Eloise Wagner de Bousquet, baronesa autoproclamada, una vividora de
dientes grandes y pestañas oscuras, impulsada por la firme intención de
construir un hotel de lujo para millonarios en la isla. Entre sus pertenencias
se incluyen vacas, patos y pollos, ochenta quintales de cemento y dos amantes: Lorenz,
un joven flaco y esmirriado, de cabello rubio como el trigo, y Philippson, un
tipo atlético, fuerte y musculoso. Ambos son esclavos de los deseos y caprichos
de la baronesa, quien disfruta jugando a ser emperatriz, tiranizando a los dos
hombres y dando órdenes a golpes de látigo y pistola. Le gustaba atormentar al
pobre Lorenz y herir a los animales, para volver a curarlos después. El hotel,
que se iba a llamar Hacienda Paraíso,
nunca llegó a ser construido, se quedó en una lona aislante extendida sobre
cuatro estacas, bajo la que dormían los tres.
La comedia acabó siendo un
melodrama policiaco: en 1934 la baronesa y Philippson desaparecieron sin dejar
rastro; el esqueleto de Lorenz fue encontrado en la playa de una isla cercana y
el doctor Ritter murió por una intoxicación alimentaria. Sólo Dore regresó a
Berlín y los periódicos de todo el mundo especularon durante mucho tiempo sobre
el affaire de las Galápagos. A día de
hoy aún no se sabe quién fue el asesino. (Atlas
de Islas Remotas, de Judith Schalansky).
Puerto Velasco Ibarra
Puerto Cormorán
No hay comentarios:
Publicar un comentario