Tana Qirqos es una isla situada en el lago Tana y perteneciente a Etiopía.
El lago Tana es el más grande
de Etiopía, además es la fuente del Nilo, el río más largo del mundo.
La navegación por el lago se
hace en tankwa, una canoa pequeña construida
con papiro, bambú y cuerda y propulsada a remo. Se estima que los pescadores
del lago Tana han estado navegando en tankwas
desde hace más de 1.000 años.
La isla se encuentra cerca de
la boca del río Gumara y es
considerada por los residentes locales como una isla sagrada. Sólo monjes de la
Iglesia Ortodoxa Etíope residen en la isla.
Las mujeres no son permitidas
en la isla.
Los monjes creen que la isla
fue una vez el lugar de descanso del Arca de la Alianza. Según su tradición, el
Arca de la Alianza, que según la Biblia
contenía las Tablas de la Ley donde estaban escritos los 10 mandamientos de la
ley de Dios, fue traída a la isla desde un puesto de avanzada judío en la isla
Elefantina, en Egipto, y se mantuvo en la isla entre los años 400 a.C. y 400 d.
C.
Más tarde sería trasladada a
la iglesia María de Sion, en Axum (Etiopía).
Desde entonces, la isla ha
estado prohibida para todo el mundo excepto para la congregación de monjes
etíopes que aún residen en un pequeño monasterio. Es una de las pocas islas del
mundo que aún conserva su condición de "isla sagrada".
La isla alberga un pequeño
museo con coronas de antiguos reyes etíopes, cruces y ropajes del evangelizador
de estas tierras, Frumencio, así como
libros originales del autor de la música litúrgica etíope.
EL ARCA DE LA ALIANZA
El Arca de la Alianza era un
cofre sagrado hecho por mandato de Yahveh
(nombre propio para designar al Dios de las religiones judeocristianas).
Dicho cofre contenía las
Tablas de la Ley: tablas de piedra en las cuales figuraban inscritos los Diez
Mandamientos que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí.
El Arca salió de Palestina,
recaló un tiempo en la isla de Elefantina (Egipto) y después de que los judíos
de Elefantina huyesen al Sudán y a las tierras altas de Etiopía, siguiendo el
cauce del Nilo Azul y recalando en el lago Tana, llegó finalmente a la isla
lacustre de Tana Qirqos.
En la isla permaneció
ochocientos años hasta que el rey Ezana
de Etiopía la llevó hasta otro emplazamiento.
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