Cabrera es una isla situada en el Mar Mediterráneo, la mayor del archipiélago homónimo, al mismo tiempo parte del archipiélago balear y perteneciente a España.
La altura máxima de la isla es
Na Picamosques, de 172 metros de
altitud.
Vista aérea de Cabrera
Datos estadísticos:
Superficie - 15,69 Km²
Población - 12 habitantes
Densidad - 1,3 hab/Km²
Capital - Es Port
UN POCO DE HISTORIA
La isla de Cabrera fue visitada por las
principales civilizaciones mediterráneas: fenicios, cartagineses, bizantinos y
romanos.
El origen del nombre de la
isla se debe a las cabras montesas que habitaban la isla.
Parece que la primera
población humana estable en la isla fue una comunidad de monjes que en el siglo
V creó un monasterio y permaneció en él hasta finales del siglo VIII.
Durante los siglos XIII y XIV,
la isla de Cabrera era utilizada por
piratas berberiscos como base donde atacar las costas mallorquinas. Por este
motivo, en el siglo XIV se construyó un castillo en la entrada del puerto.
La isla fue lugar de
cautiverio inhumano para los franceses derrotados en Bailén.
A finales del siglo XIX la
isla pasa a ser propiedad privada. Los dueños intentan el cultivo de vid en la
isla y construyeron una bodega, actualmente museo.
En 1916 la isla es expropiada
por intereses de defensa nacional. Los dueños mantuvieron un largo pleito
contra el Estado. El Tribunal Supremo se pronunció a favor de la administración
central.
A partir de entonces, se
destinó un destacamento militar.
En 1991 la isla fue declarada
Parque Nacional Marítimo Terrestre.
Castillo de Cabrera
Imagen de los años 70 de los militares en la isla de Cabrera
EL CAUTIVERIO DE LA ISLA
En 1808 estalló la Guerra de
la Independencia Española. Tras la victoria española de Bailén, unos 9.000
soldados franceses hechos prisioneros fueron llevados a la isla de Cabrera.
Se acordó un posible
intercambio con presos españoles en Francia, pero no se cumple y los
prisioneros de Cabrera son liberados
en la isla. La prisión fue la propia isla.
El suministro de comida
llegaba desde Mallorca cada cuatro días.
En una ocasión, una tempestad
en el canal entre Mallorca y Cabrera
retrasó los víveres durante ocho días. En el siguiente envío, los franceses
intentaron hacerse con el barco. Esto enfadó mucho a los suministradores y no
quisieron volver.
Mientras se encontraba una
solución, pasaron tres meses. En este tiempo se dieron situaciones de penuria y
muchas muertes por inanición.
La gente no tenía alimentos ni
existían animales para alimentarse. La ingestión de plantas, en algunas
ocasiones venenosas, acarreaba distintas enfermedades. Se practicaron el
canibalismo y la coprofagia entre ellos.
El cautiverio terminó en 1814
cuando se firmó la paz. Sólo habían sobrevivido 3.600 personas de las que
llegaron en un principio.
La isla quedó sembrada de
huesos y de inscripciones de los prisioneros en las rocas, testigos mudos de
aquel horror.
Tiempo después, se levantó un
obelisco de unos siete metros de altura en cuyo interior, una cripta contiene a
modo de muestra, despojos y huesos.
Monumento a los franceses
PARQUE NACIONAL DEL ARCHIPIÉLAGO DE CABRERA
El Parque Nacional del
Archipiélago de Cabrera es el conjunto de islotes del archipiélago balear
declarado en 1991.
El parque tiene una superficie
de 10.021 hectáreas, de las que 8.703 son marítimas y 1.318 son terrestres.
Está constituido por 19 islas
e islotes. La mayor en superficie es Cabrera,
seguida de Conejera, Ses Rates, Els Estels, L´Imperial, Ses Bledes, Es Fonoll,
Na Rodona, L´Esponja, Na Plana, Na Pobra, S´Illot Pla, S´Illot y Na Foradada.
El parque tiene un gran valor
natural, ya que, debido a su aislamiento, ha llegado hasta nuestros días
prácticamente inalterado.
Cobija importantes colonias de
aves marinas y especies endémicas.
Bajo las aguas que rodean este
conjunto de islas, tienen su hábitat multitud de especies vegetales y algares.
En el medio terrestre, las
islas presentan una vegetación típicamente mediterránea, con gran cantidad de
acebuches, pino carrasco y matorral xerófilo.
Concretamente en Cabrera hay especies típicas del
encinar y boj baleárico.
Otra característica es la
amplia extensión que presentan los sabinares.
El archipiélago posee más de
450 especies botánicas, 200 de peces y numerosos invertebrados endémicos y es
escala en la ruta migratoria de más de 150 especies de aves.
Gaviota de Audouin
Podarcis lilfordi
EL FANTASMA DEL PILOTO NAZI
Al lado del castillo de Cabrera hay un pequeño cementerio donde
se encuentra una tumba con una modesta cruz con el nombre de Joannes Böckler y la fecha de su muerte
en abril de 1944.
El joven soldado alemán de 21
años murió en la II Guerra Mundial cuando su avión, que había partido del sur
de Francia rumbo a Argelia, sufrió un problema de motor y cayó cerca de Cabrera. Los cuatro tripulantes
saltaron antes de que el aparato se precipitara al mar, pero sólo el piloto Hans Kieffer logró salvarse y alertar
con bengalas para ser rescatado.
A Böckler lo encontraron muerto unos navegantes, a Peter Brühlo lo encontraron muerto en
una playa de Mallorca y del otro no se supo nunca nada.
Böckler fue enterrado en Cabrera, junto a los restos de los presos
franceses confinados en la isla. Junto a él se encontraba otra tumba sin
identificar, la de un campesino de la zona que había muerto de un infarto.
Los militares de la isla
contaban que en la zona había una presencia que les agarraba por la espalda.
Decían que como el aviador estaba lejos de su casa, salía para buscar a alguien
al que traspasarle la maldición de no descansar junto a los suyos.
Tanto se habló del tema que
llegó a los oídos de la Comisión de Conservación de Tumbas Militares Alemanas.
La Comisión exhumó los restos de Böckler
del cementerio de Cabrera y los trasladó al cementerio militar alemán de Cuacos
de Yuste, donde reposan 180 soldados de Alemania que perdieron la vida durante
la Primera y Segunda Guerra Mundial y sus cuerpos acabaron en territorio
español.
La gente del lugar cree que
se equivocaron de cuerpo, y en lugar de llevarse el del aviador alemán,
cargaron con el del campesino que yacía a su lado. Y es que dicen que, cerca
del cementerio de Cabrera, se siguen
oyendo lamentos.
Tumba de Joannes Böckler
Castillo de Cabrera
LITERATURA
"La isla de Cabrera y la
Guerra Civil", es un libro escrito por Joan Rigo Bonet.
En él cuenta cómo una familia
se estableció en la isla de Cabrera
en 1932 para hacerse cargo de la explotación agrícola y ganadera de la isla.
De la mano de Jeroni, el
primogénito de la familia, conoceremos cómo era Cabrera en los años de la Segunda República y cómo las dos familias
residentes en la isla gozaban de una convivencia pacífica. Más tarde, narra los
episodios en los primeros años de la Guerra Civil donde se vio truncada aquella
armonía entre las dos familias.
Portada del libro de Joan Rigo Bonet
Desembarcadero de Cabrera
Faro Cap de ses Salines
Faro de n´Enciola
Interior del museo de Cabrera
Pinos y sabinas
Puerto de Cabrera
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Visitar el parque marítimo terrestre de la isla de Cabrera vale la pena. Las excursiones salen de Colonia de Sant Jordi por las mañanas.
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